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Las monturas, en su mayoría se componen por el fuste que va acompañado de un apoyo trasero, guardabarros, estribos, pechera, grupa, baticola, cincha entre otras.
Elegir la montura correcta a la hora de cabalgar es fundamental para un buen desempeño en labores de trabajo, deportivas o de paseo. Es por eso que al momento de adquirir este implemento, absolutamente necesario en cualquier actividad con el equino, es muy importante conocer cuál es el tipo, el tamaño, el diseño y la característica que mejor se acomoda a la necesidad de quien monta el caballo.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que lo mejor es asesorarse de expertos. En muchos casos, no asesorarse o hacerlo con personas que no sean especializadas puede ocasionar gastos innecesarios y problemas a la hora de montar tanto para el jinete, la amazona o para el equino.
“Primero hay que saber cuál es el caballo que tengo y, segundo, saber cuál es el uso que le voy a dar al equino. No es lo mismo tener un caballo criollo colombiano que un cuarto de milla. Además, tener claro qué es lo que voy a hacer. Por supuesto no es igual una actividad como enlazar que realizar un paseo u otra actividad de trabajo”, dijo Juan José Soto, propietario de la tienda ecuestre especializada Al Torno.
En ese sentido, es necesario identificar los usos y características de las sillas. Las monturas, en su mayoría se componen por el fuste (parte interna que compone la estructura o armazón), que va acompañado de un apoyo trasero, guardabarros, estribos, pechera, grupa, baticola (que no permite que la silla se caiga hacia atrás), cincha (que es una faja que va por el abdomen del animal y le da soporte), las correas cinchadoras y la cabeza de la silla (sirve para apoyarse o tenerse, entre otros usos).
Estos componentes pueden variar de acuerdo al uso de la silla (tipo de actividad), pero, en síntesis, son algunos de los componentes característicos que contiene una montura tipo estándar. Por ejemplo, en lo que se conoce como galápagos, que son monturas que no tienen cuerno y se usan para determinadas actividades de monta en deportes, exposiciones, pista y entrenamiento.
De igual manera son los tereques, que no tienen cabeza y se usan para las cabalgatas porque son más livianos y más angostos, lo que los hace muy cómodos para jornadas de este tipo. Que un caballo vaya más liviano va a ser mejor. Aunque son ideales en territorios planos. “En cuanto al caballo criollo colombiano hay una línea de paseo que se ha fortalecido mucho, además están la de trabajo y los ejemplares que salen a pista”, agregó Soto.
Estos son los cuidados que debe tener
Independiente del tipo de montura que se elija y del caballo que se tenga, es muy importante limpiarla después de la jornada, sea de trabajo, deporte o recreación, ya que en cualquier actividad igualmente se va a generar movimiento físico.
Esto se debe a que por el sudor del caballo o por agentes externos como lluvia, agua de ríos o pantano, el material va a sufrir y también puede raspar al equino y causarle una herida. En el caso de que la montura se moje, se recomienda secar en un lugar ventilado y sin estar expuesta al sol directamente. Después se debe hidratar la superficie con cremas o ceras especiales para que se conserve mejor.
Fuente: Agronegocios
Imagen: Adobe Stock
